Los números a Macri le cierran redondos. Un año de gestión, casi un 19 % de depresión de la actividad económica y un 45 por ciento de inflación reconocido oficialmente.
Redacción
Según el informe de coyuntura para diciembre de 2016 publicado días atrás por el Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (C.E.S.O.) casi todos los sectores económicos se encuentran en caída libre desde pocas horas después del balotaje de noviembre de 2015 a la fecha.
Sin embargo, los sectores primarios ligados a los granos y oleaginosas, minerales metalíferos y de extracción de gas fueron los grandes beneficiarios de las políticas de precios y de comercio exterior de Cambiemos.
El deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población se evidencia con las estadísticas reconocidas oficialmente por el “nuevo y correcto” INDEC. La baja de actividad en los ámbitos de empleo formal de la construcción, la industria alimenticia, el comercio local, tienen su reflejo deteriorada en la parte informal de las mismas actividades, que en cuanto a tamaño, posee la misma magnitud.
El citado informe del CESO realiza una interpretación interesante respecto de lo que en economía se denominan bienes sustitutos: “mientras disminuyó la producción de lácteos, carnes y bebidas, se incrementó la de yerba mate, indicando que el mate cocido volvió a ocupar un lugar central en la mesa de los más humildes”. Mientras en el Senado se rompen la crisma rosqueando el proyecto del nuevo impuesto a las ganancias, diciembre nos encontró con los indicadores de la actividad económica dirigidos a la baja: la construcción descendió un 13 por ciento, la industria 5, y el desempleo -oficialmente- superó los dos dígitos.
Fuente: Informe de Coyuntura Diciembre 2016 – CESO
El plan para el año que viene, parece no diferir demasiado: según trasciende a voces, furcios y anuncios, el endeudamiento externo se seguirá sosteniendo; al igual que el retraso cambiario (se habla de un dólar que “flote” veinte pesos). La Provincia de Buenos Aires comenzó a intentar instalar que los aumentos salariales no superarán el 20 por ciento anual. Si hacemos la cuenta, el salario para 2017, retrocederá otro 20 % más en términos relativos.
El 2016 salió redondo para Cambiemos y sus acólitos. El 2017 les pinta mejor. El problema lo tendremos el resto.